UNICEF advierte que los hogares con niños y las mujeres jefas de hogar son los más afectados por COVID-19 .
Mujer, pobre y soltera. Una vez más, un problema acentúa las diferencias de género existentes, y el coronavirus muestra que sus efectos secundarios, como la pobreza, golpean con mayor fuerza a los hogares con hijos, en los que el principal ingreso lo obtiene una mujer, así como a los hogares de padres solteros, que también están encabezados en su mayoría por mujeres.
En estos hogares, la pobreza infantil podría aumentar hasta el 68% a finales de 2020, 5 puntos más que la media nacional del 62,9% y 8 puntos más que en el caso de los hombres en la misma situación (60%), según las últimas proyecciones de UNICEF.
“Las mujeres con hijos, jefas de hogar, son más pobres que los hombres en la misma situación”, dijo la Oficial de Inclusión Social del UNICEF, Carolina Aulicino. “Las historias de empleo de las mujeres muestran una integración más precaria en el mercado laboral, lo que también se refleja en la diferencia de remuneración. La mayor carga a la que se enfrentan en términos de cuidados y tareas domésticas tiene un fuerte impacto en sus oportunidades de formación e integración en empleos formales a tiempo completo”, explicó.
El segundo estudio sobre el impacto de COVID-19 en la pobreza y la desigualdad infantil en la Argentina se basa en datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y en las previsiones del Producto Interno Bruto (PIB) del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según el FMI, se estima una disminución del producto interno bruto de unos 9,9 puntos. En consecuencia, la actualización del UNICEF muestra un aumento de casi 5 puntos de las tasas de pobreza infantil estimadas en mayo de 2020 (58,6%) a las actuales del 62,9%.
Las nuevas estimaciones de la agencia advierten que entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020 el número de niñas y niños pobres aumentará de 7 millones a 8,3 millones. Y en cuanto a la pobreza extrema, de 1,8 a 2,4 millones.
El análisis realizado muestra fuertes desigualdades. Si el principal ingreso del hogar es ganado por una mujer, la tasa de pobreza aumentaría del 60,4% (2019) al 68% (2020): la pobreza afectaría a casi 7 de cada 10 familias. Por el contrario, la tasa pasaría del 48,3% (2019) al 60% (2020) si el principal ingreso del hogar es ganado por un hombre, es decir, 6 de cada 10 familias. Es una diferencia de más de 8 puntos porcentuales. En las familias monoparentales, que suelen estar encabezadas por una mujer, la brecha es similar. En 2019 casi el 60% de estas familias vivirán en la pobreza, y en 2020 la cifra será de más del 67%.
El aislamiento social, preventivo y obligatorio también profundizó la desigualdad existente en la distribución de las tareas de cuidado y crianza de los niños dentro de los hogares. El 48% de las mujeres se sentían más agobiadas por tareas como el cuidado de los niños (29%), la limpieza de la casa (28%), la ayuda con los deberes escolares (23%) y la preparación de las comidas (14%).
Antes de la cuarentena, el 74% de todas estas actividades eran realizadas por mujeres, mientras que durante la cuarentena esta proporción se elevó al 78%. Y sólo el 39% de las mujeres que respondieron a la “Segunda encuesta sobre la percepción y las actitudes públicas”. El impacto de la pandemia y las medidas adoptadas por el gobierno en la vida cotidiana de los niños y adolescentes” por el UNICEF, declaran que pueden conciliar las demandas del mercado laboral y de la vivienda.
Fuente: adndiario