El referente de la Red Solidaria, Juan Carr, sostuvo que a pesar de lo que se muestra, estamos en un momento de gran civismo y niveles de solidaridad sin precedentes.
El referente social partició del ciclo “Diálogos en tiempos de pandemia”, un espacio en el que autoridades de la Universidad Nacional del Noroeste Buenos Aires e invitados especiales dialogan con referentes de la comunidad.
Durante la charla, Carr opinó que “Argentina está sosteniendo un momento cívico único”. “Es conmovedor ver cómo nuestra gente resiste, aguanta y espera. Es una actitud de civismo altísimo, una capacidad que no habíamos puesto nunca a prueba, como una verdadera batalla contra lo visible y también contra lo inasible. Claro que hay excepciones, siempre, que a veces son más noticia que las no excepciones, pero la actitud cívica queremos ver quién la rescata, quién compendia esta noticia cuando todo esto pase”. “En segundo término -añadió- soñamos con formar parte de esta cultura solidaria que viene creciendo pero que es histórica en nuestro país, desde los mapuches o los pilagá con su sentido comunitario, hasta los que vinieron después y que fundaron sociedades, hospitales, es decir que tenemos una historia solidaria“.
Para Carr, esta coyuntura lejos de disminuir la participación la acrecentó: “Les cuento que estamos batiendo todos los límites que se les ocurra: apareció el plasma y se baten records en dadores, pedimos sangre y aparece, las ollas solidarias, los comedores comunitarios, las familias que hacen viandas, los jóvenes que en las grandes ciudades cuidan a los más grandes. Esta cultura solidaria que viene creciendo está en la cumbre”.
Modelo de la red solidaria
Juan Carr también quiso destacar cómo trabaja y qué conceptos utiliza la Red Solidaria: “No tenemos papeles, nos encanta decir que es un movimiento cultural, que tiene que ver con la cultura del otro y de la participación. También estamos intentando de globalizar la solidaridad, abrimos nuestra página en inglés, en chino, estamos también en Ecuador y en México venimos creciendo, en España y Francia nos fue regular, pero estamos intentando que este modelo tan simple se globalice. Pero, mientras tanto, no perdimos de vista que a pocas cuadras hay un chico que necesita un stent y todavía no lo encontramos. Nosotros levantamos la mirada y vemos quién puede resolverlo, ese es el modelo“.
Sin embargo una de las principales dudas y cuestiones a resolver es qué pasará con el colectivo social una vez terminada la crisis de la pandemia. Carr también manifestó su optimismo al respecto: “Para los que estudiamos biología, la pandemia era algo que estábamos esperando, sabíamos que iba a venir y cada tantos ciclos aparece una pandemia. Y con mi optimismo natural les digo que siempre de las grandes crisis la humanidad se superó, porque la muerte siempre trae superación, los que sobrevivamos”.
En este sentido se remontó a las circunstancias históricas: “Hubieron 52 millones de muertos en la Segunda Guerra Mundial y cuando terminó la guerra la humanidad logró el pacto más grande de su historia, se fundaron las Naciones Unidas, acordaron los países como nunca antes. Se fundó la FAO para el hambre, la UNICEF para la niñez, la UNESCO para la educación, es un momento increíble porque la humanidad acordó. Pasaron dos, tres generaciones y el primer gran acuerdo global que sucede es este, como nunca, sin demasiadas instituciones. Toda la gente de ciencia, los pueblos y las naciones comparten conocimiento. Esta es una señal fabulosa para contar, los que sobrevivamos, a las generaciones que vienen“.
¿Solidaridad versus política?
Uno de los ejes debatidos tuvo que ver con la función de los actores sociales, desde los comunitarios y no gubernamentales hasta la política y el sector privado. ¿Quién es responsable y de qué tareas? Este tema lo motiva a Juan Carr, por lo que respondió: “Cuando nos dicen que queremos reemplazar la función del estado, decimos que no, que lo complementamos. Nos dicen que queremos reemplazar a las compañías, tampoco. Como la red solidaria no es nada, y usamos la palabra voluntario para que se parezca a algo, para mí lo que importa es reforzar la idea de comunidad, participación ciudadana, solidaridad. Si nos dicen ‘ustedes no son nada’, les decimos ‘no, pará, somos ciudadanos, y el ciudadano debe participar’”.
“Un problema que tenemos ahora es la prédica de la antipolítica -afirmó Carr-, no solo acá sino que recorre el mundo. Porque la solidaridad es para un instante, pero la que cambia la realidad es la política no la solidaridad. Yo puedo colaborar con los comedores comunitarios y está bien, pero necesito que el comedor desaparezca y esos chicos vuelvan a comer a la mesa de su casa. Bajo esa mirada, la solidaridad es un momento que está esperando a la política y está esperando a la justicia”.
Fuente: UNNOBA