Carlos Soto y Norma “Beti” Barrientos llevan adelante un proyecto distinto. Por un lado una escuela de boxeo “para sacar a los pibes de la calle” como dice Soto, por otro, un comedor que prepara viandas para casi 200 personas.
Ambos funcionando juntos y dando pelea al hambre, a las drogas y a la falta de oportunidades.
El equipo de Argentina Sin Hambre, estuvo allí para conocer esta historia que merece ser contada.