Un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados reanudará mañana el debate del proyecto que obliga a la industria de la alimentación a incluir en los envases de sus productos un etiquetado frontal con octógonos negros en el que advierta sobre los excesos de azúcares, sodio, de grasas saturadas y totales y calorías.
Con esta iniciativa, se permitirá advertir a los consumidores sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, a partir de información clara, oportuna y veraz.
De esta forma, la ley buscará promover la prevención de la malnutrición en la población y la reducción de enfermedades crónicas no transmisibles.
El proyecto está dirigido a fabricantes, fraccionadores y envasadores que distribuyan, comercialicen o importen, que hayan puesto su marca o integren la cadena de comercialización de alimentos y bebidas analcohólicas de consumo humano, en todo el territorio de la República Argentina.
La obligación de etiquetar los alimentos con los octógonos alcanza a toda la cadena, desde la fabricación hasta la comercialización e importación, de alimentos y bebidas analcohólicas.
Durante una entrevista televisa, la Dra. Mónica López, directora del Instituto Nacional de Alimentos (INAL) dio más detalles para entender la importancia de este proyecto.
“Con el etiquetado frontal se busca disminuir los niveles de sobrepeso y obesidad, sobre todo en laregión de las Américas” – explica la Dra. López – “Busca mostrar a los consumidores el exceso de azúcar, de grasas y de sodio que pueden tener los alimentos en 100 gr de producto. Para eso, se visualizará esa información con unos sellos que buscan que, a simple vista, el consumidor pueda ver que ese producto tiene un exceso de grasas, de sodio y/o de azúcares y pueda tomar la decisión de compra”, agrega.
Qué pasa hoy en día
“Actualmente, los alimentos tienen el detalle de los ingredientes en las etiquetas, pero no todas las personas saber interpretarlos. Con el etiquetado frontal se busca que cualquier consumidor pueda ver los excesos que tienen los nutrientes”, afirma López. La norma busca seguir las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud, y se busca no etiquetar todos los alimentos, sino solo los que tienen agregado de sodio, de azúcares y/o de grasas”, explica la directora del INAL.
Cuánto tiempo tardará en aplicarse en Argentina
“Todos los alimentos van a tener límites de agregados de ingredientes, de acuerdo a las recomendaciones de las Guías alimentarias de la población argentina, tomando como parámetro las de la Organización Panamericana de la Salud”, dice López. “Se establecen límites y se pretende llegar a una meta, en etapas graduales y en función de esos límites, si se está por encima se etiqueta y si está por debajo, no”, explica.
“El proyecto nacional se está discutiendo en el Ministerio de Salud de la Nación en armonización con el de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Ministerio de Desarrollo Productivo con la Secretaría de Comercio. Se empezó a trabajar desde el mes de marzo para empezar a discutir las bases técnicas que necesitamos y también se discute en el Mercosur. Luego se internaliza en una ley, que es el Código Alimentario Argentino. De esta manera, cuando se exporta un producto, hay que cumplir las normas del país a donde va ese producto”, afirma la Dra. Mónica López.
“Se estipula que una vez sancionadas las normas hay que reglamentarlas, ese proceso tarda aproximadamente 90 días y luego ponerlas en vigencia. Estamos hablando de plazos de 2 a 4 años”, dice López.
Cómo se van a leer los ingredientes
“Argentina y el Mercosur están yendo por un sistema que se llama de advertencia en color negro con letras blancas, pueden ser octógonos, hexágonos (como tienen Uruguay y Chile). Brasil, por ejemplo, tiene unas lupas, similar al sistema canadiense”, concluye López.