El consumidor pagó durante mayo pasado por los alimentos que llevó a sus hogares casi cinco veces el valor que recibió el productor en su campo por la materia prima. La diferencia es mayor, de entre ocho y nueve veces el precio que se abona en la tranquera de las fincas, para el caso de productos como los zapallitos, naranjas, limones y peras. Incluso por el pollo, su precio en las góndolas duplica al monto abonado en las granjas avícolas.
Este detalle fue consignado en el último informe mensual de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), sobre los valores finales que presentan los “Productos del agro”, que en la medición correspondiente al pasado mes se registró una caída del 6,1% en la brecha de precios que existe entre los valores de góndola y los abonados a la producción.
Este es el resultado que obtuvo el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), elaborado por el sector de Economías Regionales de la CAME, y que tiene por objeto medir distorsiones que suelen multiplicar por varias veces el precio de origen de la totalidad de los productos agropecuarios en su recorrido desde el campo hasta el consumidor.
Allí pesa, tal como lo admiten desde la entidad mercantil y productiva, los costos adicionales que suelen recargar el precio que pagan los consumidores, como son cuestiones relacionados a la estacionalidad, almacenamiento, cadenas de frío, y también el transporte y presentación de la mercadería.
En mayo pasado, y por tercer mes consecutivo, ninguno de los productos relevados por la entidad tuvo una brecha de dos dígitos. Sin embargo, tal como sucedió también en abril del presente año, la mayor brecha se detectó en el caso del zapallito, donde el precio que se pagó en las góndolas se multiplicó 8,6 veces desde que salió del campo. De igual forma sucedió con otros productos como la naranja (8,1 veces), el limón (7,6 veces), y la pera (7,4 veces).
Además, los productos con menores brechas fueron: la frutilla (1,17 veces), el pollo (2,33 veces), la acelga (2,92 veces) y el repollo (3 veces).
Por otro lado, la menor brecha del mes elevó un 10,3% la participación promedio del productor en el precio final del producto, que pasó de 24,3% en abril a 26,8% en mayo.
Brecha de precios
En mayo en rubro alimentos mostró una suba de 0,7%, más bajo que en mediciones anteriores del Índice de Precios al Consumidor. “La baja en Carnes y derivados, Frutas, y Bebidas no alcohólicas en algunas regiones incidieron negativamente y compensaron las subas observadas en Verduras, tubérculos y legumbres, y Leche, productos lácteos y huevos”, señaló el Indec.
El relevamiento de CAME, sobre un total de veinticinco productos, constató que la brecha entre lo que pagó el consumidor y lo recibido por el productor en el campo cayó un 6,1% durante mayo, y también se verificó una merma del 14,4% contra mayo de 2019. Entre los alimentos que más impulsaron la mejora en el IPOD, se anotaron la frutilla, mandarina, berenjena y por último el limón.
En promedio, los consumidores pagaron 4,5 veces más de lo que cobró el productor por los productos en la tranquera de sus campos, cuando en abril dicha diferencia fue de 4,8 veces. En origen, la variación mensual promedio de los precios registró una suba del 9,2%, mientras que en destino el aumento promedio fue de 0,9%.
Para obtener todos los datos, el área de Economías Regionales de CAME cumple diariamente con el seguimiento de más de setecientos precios de verdulerías y mercados para cada producto, y sobre el cual trabaja un equipo de 35 encuestadores. Allí se detectó que en mayo, el IPOD agrícola bajó 7,5%. La brecha para esos productos promedió en 4,7 veces, ubicándose 17,6% abajo del mismo mes del año pasado.
Para el caso del IPOD ganadero, este ítem subió 1,9% (a 3,8 veces) y se ubicó 6,8% arriba del mismo mes de 2019. La participación del productor en el precio final subió a 26,8%, mejorando 10,3% en relación a abril.
Fuente:Infobae