De cara a lo que pueda ocurrir en julio, analistas advierten sobre el impacto de los aumentos en precios regulados, pese a que se mantiene con cierta «calma» la inflación en alimentos.
La inflación de junio desaceleró 1,8 puntos porcentuales y se ubicó en el 6% mensual, por debajo de lo que esperaba el mercado. Así, según informó el INDEC, el Índice de Precios al Consumidor acumuló una suba de 50,7% en lo que va del año y del 115,6% en los últimos doce meses.
En ese escenario, de acuerdo a los primeros sondeos de algunas consultoras, es esperable que en julio se observe una variación con una tendencia alcista, ya que incidirán distintos incrementos de precios regulados, pese a que los alimentos (el rubro de mayor incidencia dentro del IPC) continúan mostrando un crecimiento menor al de los meses previos.
“En las dos semanas que corren de julio, la inflación de alimentos se sostuvo a la baja (5% promedio en las últimas cuatro semanas), pero con una elevada proporción de productos con aumento”, explicaron desde LCG.
De todas formas, desde la firma señalaron que “junio suele ser un mes en el cual la estacionalidad juega a favor, sobre el que, además, en esta oportunidad no se sumaron ajustes sensibles de tarifas y el BCRA convalidó un crawling más bajo del tipo de cambio oficial que en los meses previos”.
“Más allá de la desaceleración de los últimos meses, similar a la de finales del año pasado que se revirtió con fuerza en pocos meses, no creemos que vaya a observar un cambio de tendencia durante este año. La economía sigue cerrada y las expectativas sobre un nuevo Gobierno y futuros cambios de precios relativos continuarán sosteniendo la inflación en niveles elevados. La caída de la demanda agregada podrá poner algún freno, pero lo hará sobre una inercia elevada”, remarcaron desde LCG.
Por su parte, según analizaron desde la consultora C&T, “los datos de los primeros días de julio ubican a la inflación por encima del 7%, en un mes donde el turismo tiene una mayor incidencia, y donde hay mayores aumentos de precios regulados (prepagas, colegios)”. “Los alimentos y bebidas están aumentando por debajo del 6% en julio”, remarcaron desde la firma, que en junio midió una variación del IPC en el GBA de 6,7%.
En tanto, desde el CEPA, hicieron mención a los aumentos en las tarifas de servicios públicos (entre el 11% y el 36% en energía eléctrica), las prepagas, el transporte, las naftas y los peajes, como así también los incrementos en Internet, telefonía y cable, sumado a los de educación.
En cuanto a los alimentos y bebidas, desde el CEPA remarcaron: “El impacto de las tensiones cambiarias tendientes a forzar una devaluación, que se produjeron en abril, y que tuvieron impacto sobre precios no se replicaron en mayo ni en junio. Sin embargo, el escenario de ‘pradera reseca’ en relación a la escasez de dólares producto de la sequía se mantiene vigente. Adicionalmente, las presiones del FMI por un ajuste del tipo de cambio también condicionan la evolución de precios”.
Fuentes: ambito