Además de subir constantemente los precios la patronal alimenticia ahora quiere pagar menos impuestos. Por lo menos, así lo manifestó el presidente de la COPAL, Daniel Funes de Rioja, justificando al sector.
Es que el rubro de Alimentos y Bebidas es el que más aumentó precios a lo largo del año, incluso por encima del promedio inflacionario del 2020.
Es decir que obtuvieron ganancias en un año de constantes pérdidas para el sector del trabajo.
Sin embargo, la patronal se victimiza y acusa a los impuestos por las subas indiscriminadas de precios que mes a mes dejan mas argentinos en la pobreza.
Para Funes de Rioja, “gran parte del problema del aumento de precios es la tremenda presión impositiva”.
Daniel Funes de Rioja, titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) y vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), lo manifestó de esa manera en diálogo con la prensa.
“A veces los quiebres de stock son problemas de cómo acomodar productos o por más demanda en determinados días”, dijo.
Pero, el empresario además acusó “problemas logísticos”, a pesar que cuando no los había igual subían precios.
“Desde el 20 de marzo, que nosotros hemos asumido el rol de actividad esencial, ha habido muchos problemas logísticos por las restricciones de pasos entre jurisdicciones y entre provincias”, se excusó Funes de Rioja.
Por otra parte, el titular de la COPAL se refirió al aumento de precios y, si bien celebró los programas Precios Cuidados y Precios Máximos, afirmó que “gran parte del problema es la tremenda presión impositiva”.
“En el caso de un alimento, el impuesto entre Nación, provincia y municipio que se paga es del es un 38% y en el caso de las bebidas es de un 47%. Media botella de agua mineral es impuesto. Con esa presión impositiva se encarecen mucho los productos”, contó.
Además, Funes de Rioja reconoció que presionan al Gobierno para poner fin a los precios máximos y lograr sortear las restricciones impuestas para evitar los abusos de los formadores de precios.